miércoles, 2 de febrero de 2011

¿QUÉ NOS ESTÁ PASANDO?

Estamos rodeados de muchos personajes sombríos cuyo modo de vida consiste en sacar provecho particular usando sus filias políticas, sindicales o simplemente económicas para utilizar las asociaciones culturales, sociales, vecinales y organizarse en pandas, bandas y cuadrillas. Hace mucho tiempo que ha quedado demostrado que ya son demasiados aquellos que siguen exprimiendo a este ayuntamiento y a los ciudadanos de Getafe. Fruto de la frustración, tristeza y dolor que muchas personas tenemos, surge la necesidad de no permanecer impasivos ante tanta inmoralidad y sinvergonzonería.

Vivimos tiempos de crisis a consecuencia de la ausencia de valores tales como la educación, la cultura, el respeto y la honradez. No se valora el esfuerzo, no se premia el trabajo. Y sólo aquellos que han sabido entender las reglas de este arcaico juego son los que entre codazos, chupadas, zancadillas, servilismo y peloteo logran hacerse con su anhelado botin: VIVIR A COSTA DEL DINERO PÚBLICO. Da lo mismo ser alcalde, concejal, diputado, senador, asesor, confiancero, etc., el caso es hacerse con un "buen" puesto para dejar de ser un vulgar obrero. Al respecto hay algo que llama la atención y que no por repetitivo deja de ser incierto; por ejemplo: para ser auxiliar administrativo de cualquier administración pública, lo habitual es pasar un proceso selectivo complejo no sólo marcado en sí por la dificultad de superar los psicotécnicos y/o pruebas que se establezcan, sino por el hecho de que lo realmente complicado es demostrar que eres merecedor de estar dentro de los 20 mejores en un grupo de 20.000 personas.

Sin embargo, para ser diputado, presidente, concejal, ministro o asesor, basta con saber tocar los palos adecuados y "vualá" a vivir a costa del dinero público. Los hay incluso que tras un paso triunfal o no por la política acaban siendo consejeros, directivos o responsables de empresas públicas o privadas en muchos casos y a vivir. Como excepción y no de manera habitual por estos lares, hay alguno por ahí que ha sacrificado familia, empresa y patrimonio en pro de ayudar al prójimo de manera desinteresada. Por desgracia para todos, ese tipo de personas escasean y son cada vez menos frecuentes, es una especie en vías de extinción.

En otro plano están lo que hacen un uso particular de los sindicatos (se da con más frecuencia en los de clase). No es la primera vez que se empieza siendo sindicalista de ugt y se acaba ejerciendo de ministro del psoe, eso lo tenemos muy reciente. Sobre el asunto de los liberados sindicales debe acotarse ya mismo, al menos regularse de otro modo distinto al actual. No está nada bien ver a personas que llevan liberadas más de 20 o 25 años sin dar un palo al agua. Más que nada porque es imposible tener una visión real del día a día con el que se encuentra un trabajador. Supongo que existirán bastantes fórmulas para reducir el número innecesario de liberados sindicales. De hecho, muchos de esos sindicalistas anticlericales declarados usan un argumento similar con los curas pues al no tener hijos no tienen capacidad de hablar de la educación de los mismos ni de los problemas de las familias. Entonces dejan de nuevo constancia y sello la doble moral que demuestran a diario.

Una de las cosas que más asustan de todo este tinglado es que no hablamos de derechas o izquierdas pues no existe más diferencia que unas siglas y poco más. Y no es una exageración ni mucho menos. Sirva el ejemplo del alcalde de Getafe que critica la privatización de la sanidad de la CAM (pues lo hace la presidenta de la CAM que es del pp), sin embargo tiene la poca vergüenza de privatizar servicios públicos como por ejemplo el deporte. Los argumentos son cambiar la denominación y donde se quiere privatizar se dice externalizar. Luego hay otro argumento aún más currioso y es que no se puede comparar la importancia que tiene la sanidad con el deporte. Quizá sea menester recordar al señor alcalde, que la Constitución Española de 1978 recoge lo siguiente en su artículo 43.3: "Los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación física y el deporte. Asimismo facilitarán la adecuada utilización del ocio". Quizá no sea igual de importante pero tenga por seguro que existe una relación directa entre la actividad física/deportiva con la buena salud. Aunque eso parece ser secundario para ustedes.

A pesar de ello, nosotros seguiremos denunciando esas pequeñas vivencias y desgracias que sufrimos la mayoría de cuidadores de instalaciones deportivas de Getafe. En el polideportivo de San Isidro llevamos desde otoño con retrasos en la entrega del gas-oil (necesario para el correcto funcionamiento de la caldera que calienta el agua con el que los usuarios desde niños a mayores se duchan cuando la suerte les acompaña). De regalo hemos estado sin recibir el pedido de limpieza hasta el punto de tener que comprar nosotros mismos con dinero del sindicato CSIT material de limpieza, desde papel higiénico hasta lejía. Y para que luego lleguen esta horda de elementos que nos desgobiernan y no se conformen con bajarnos el sueldo. Todavía se atreven a decir que somos unos vagos y que no miramos por lo público, que asco más grande. Seguimos sin ropa de trabajo acorde a las condiciones infrahumanas con las que nos encontramos a diario, carecemos de sistemas de control para supervisar a los delincuentes que se nos cuelan a seguir destrozando las instalaciones públicas deportivas, eso sí, de vez en cuando gastando un poco de dinero en cosas a sabiendas que serán destrozadas gracias a la obtusa política populista de un alcalde que a la sugerencia de que se pongan controles de acceso en las instalaciones deportivas municipales, suelta la imbecilidad de que “no quiero cárceles en mi pueblo”.

Los usuarios y trabajadores de esta instalación hemos sido víctimas de nuevo de la dejadez e incompetencia de aquellos que tienen la responsabilidad (bien remunerada) de gobernar y gestionar los recursos públicos.

¿Cuanto tiempo tiene que pasar para que los sindicatos españoles aprendan de los sindicatos alemanes?


Luis Antonio Grisolía López
Cuidador de Instalaciones Deportivas
Delegado Sindical de CSIT-UP (Vocal del Comité de Empresa)