
“Artículo 24
Protección
judicial de los
derechos
1. Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los Jueces y Tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda producirse indefensión.
2. Asimismo, todos tienen derecho al Juez ordinario predeterminado por la ley, a la defensa y a la asistencia de letrado, a ser informados de la acusación formulada contra ellos, a un proceso público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías, a utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa, a no declarar contra sí mismos, a no confesarse culpables y a la presunción de inocencia.
La ley regulará los casos en que, por razón de parentesco o de secreto profesional, no se estará obligado a declarar sobre hechos presuntamente delictivos.”
La coherencia nos debería hace evitar hacer juicios de valor y no caer en el error de realizar comentarios malintencionados, al menos públicamente. A pesar de ello hay pocas personas coherentes por estos lares además de poco prudentes. Ya se ha lanzado cual carga de profundidad que la corpulencia del Cuidador de Instalaciones Deportivas implicado es determinante para afirmar que fue él quien agredió al Encargado. Por esa regla de tres sería bueno evitar gastos innecesarios pues ya tienen una víctima y un culpable. De hecho desde gran parte de la Jefatura de Deportes de este Ayuntamiento se han posicionado a favor del Encargado en cuestión. Este comportamiento recuerda a las tristemente famosas Cazas de Brujas que se llevaron a cabo en la Europa Central en los inicios de la Época Moderna o de forma más próxima en la geografía a la Santa Inquisición.
Antecedentes:
- Desde el momento en que se centralizó la coordinación y gestión de las diferentes zonas deportivas, todo ha ido de mal en peor. Lejos de agilizarse y mejorar el funcionamiento de las instalaciones deportivas se ha producido un deterioro progresivo en el día a día de los trabajadores, con la consiguiente repercusión que ello tiene en la calidad del servicio prestado hacia los usuarios.
- Las cabezas pensantes han dejado en manos de capataces algodoneros la coordinación y organización de los diferentes grupos de trabajo. Puede que estos responsables sean los adecuados teniendo en cuenta que el colectivo de Cuidadores de Instalaciones Deportivas pertenece a la categoría profesional más baja, ignorando, por el contrario, que muchos de nosotros tenemos más cualificación y preparación que aquellos que nos desgobiernan. Pero esta clase de responsables ya se encargan de asegurarse de que no podamos acceder ni siquiera a la formación necesaria para poder progresar en nuestros respectivos puestos de trabajo. Hay alguna excepción al respecto, debido al valor añadido de ser afín a los que detentan el mando, y si se juega al tenis o pádel con algún jefe, mejor todavía.
- Tanta inoperancia, ineptitud y desidia no son fruto del azar, es difícil ser tan incompetente. Sólo existe la posibilidad de que todo este CAOS sea el resultado de un orquestado y deliberado plan para acabar por finiquitar y eliminar el último Bastión del Deporte Público en Getafe y de sus trabajadores, especialmente los de categorías inferiores. Hay acciones que contribuyen a ello como son poner a perros de presa y caciques disfrazados de seudobolcheviques.
- No es la primera vez en la que el Encargado de Deportes más joven se ve relacionado con un tema de agresión o intento de ella. Pero como aquellas cosas que no interesan solucionar parece que se disipó en el tiempo, menospreciando en todo momento al trabajador y tocándole la moral, más si cabe, desde entonces. Si nos ponemos con la misma actitud que la jefatura ha tomado para con el último Cuidador implicado en un caso de agresión, podríamos decir gratuitamente que cuando el río suena agua lleva, pero ese no es nuestro estilo. Todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario.
- En la Concejalía de Deportes hay gente muy válida que hace su trabajo de manera muy profesional, pero también es refugio de vagos que confunden hacer deporte con jugar al solitario del ordenador, suelen ser aquellos más afines al régimen, que tras no merecerse ni el sueldo, se jactan de ser los más trabajadores y en vez de dedicarse a sus juegos y nimiedades osan a desprestigiar a sus “compañeros” Cuidadores de Instalaciones Deportivas. Todo ese ambiente tan poco serio propicia que el Deporte en Getafe sea un caldo de cultivo donde florece el lado más oscuro del ser humano, luchas encarnizadas, zancadillas, traiciones y un mal ambiente en general que denota una gran falta de ambición (de la buena) y de querer prosperar.
- En la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Getafe es muy habitual ver como se pone en práctica el servilismo, el favoritismo y las cacicadas están a la orden del día. Por ejemplo, durante un tiempo se le dejó de abonar la disponibilidad a un Cuidador de Instalaciones Deportivas padre de 3 hijos, únicamente por una cuestión de cabezonería de sus superiores.
- Los Cuidadores de Instalaciones Deportivas piden desde hace mucho tiempo que se les escuche, que se les valore y que no se les siga ninguneando. Con este entorno laboral lo raro es que no se den más circunstancias desagradables, y todo ello es gracias a que a pesar de ser los últimos en el escalafón, los Cuidadores de Instalaciones Deportivas son en su mayoría, profesionales y más honrados que aquellos que cobran por dirigirles o pintar la mona, desde los Encargados, algunos Coordinadores, el Consejero Adjunto Técnico y el Concejal. Por cierto, debemos añadir que el otro día hablamos con Don Pedro Castro y le contamos lo sucedido, nos dijo literal: “id a personal y decidle que quiten a ese encargado de en medio ya!!”.
El destino final del colectivo de Cuidadores de Instalaciones Deportivas está escrito. Llámese privatización, subcontratación, outsourcing o modelo mixto, el futuro está muy claro. Mientras llega ese día, desde aquí, y en base al citado artículo 24 de la Constitución Española de 1978, exigimos que se deje de acusar al Cuidador de Instalaciones Deportivas de agresión, igualmente pedimos el mismo trato hacia el Encargado implicado en el asunto que nos trata. Para poner etiquetas de culpables o inocentes están los jueces. Hasta que se demuestre lo contrario todos somos inocentes. De momento nos queda confiar en que se haga Justicia.
Cita:
“Permitir una injusticia significa abrir el camino a todas las que siguen”
Richard Withman